tengo un nombre del que se ríe el viento
y este una vez se acercó a tu boca
y ella, dulce e inocente, se tentó
y sola, mi lágrima se evaporó en el éter
paso a paso, dibujo en mi mente la imagen de mis zapatos
como un recuerdo de que estabas ahí delante
sonriendo como soñada, entibiándome
mi sol, feliz, envolvíame en sus brazos.
el vapor que emanaste lentamente al irte
fue el amante de mi recuerdo, atormentador y azul
también nube, viento, orquídeas y lirios
violines, sol en tu rostro y aroma a almohada.
el valle de atardeceres en Do que conquistamos
donde solíamos amar y lagrimearnos hasta darnos vida
se pintó de lija y asbesto, de canas y de silencio.
le dije adiós cuando cayó como lágrima, lágrimas.
ríos de vino, tinta y sangre, ahumados,
brisas colmadas de ceniza, frustraciones
hojas marchitas cayendo sutiles y dulces
todo se levanta en mi contra y luego se va